¿Cuántos navegadores conoces? Se calcula que existen unos 800 tipos de navegadores (entre marcas, versiones y ediciones).

Por este motivo es necesario no centrarse en un único navegador a la hora de desarrollar un sitio web. Esto implica no escribir un código para cada navegador, sino hacer que la web funcione correctamente en cualquiera de ellos.

Aquí es donde entran en juego los estándares, encargados de establecer una serie de directrices para conseguir que las páginas web funcionen mejor para todos y en todos los sitios, siendo accesibles por más personas y desde más dispositivos.

¿Por qué es tan importante seguir los estándares?

El uso de estándares, no solo hace que la página se convierta en navegable desde diferentes navegadores, sistemas o plataforma, sino que a través de los estándares se consigue:

Accesibilidad: La accesibilidad es un aspecto muy importante de la web y no solo por la labor social que implica. Permitiendo que la web pueda ser vista a través de navegadores adaptados, se facilita el acceso a personas discapacitadas y aumenta el público objetivo al que va dirigida.

Una Web más estable: Seguir los estándares es la forma más eficiente de conseguir una web más estable, en la que se pueda navegar con todo tipo de hardware, incluyendo móviles, tabletas y lectores electrónicos. De esta manera se ofrece al usuario una mejor experiencia permitiéndole acceder a la página desde cualquier lugar y a través de distintos dispositivos.

Reducir el tiempo de desarrollo y de mantenimiento: El tiempo de desarrollo y de mantenimiento tienen un impacto elevado en el coste de la web. Cuando se siguen estándares, depurar y resolver errores se convierte en una tarea más fácil. Esto tiene como consecuencia una reducción del esfuerzo necesario para crear y mantener la web y por tanto una reducción del coste de la misma.

Compatibles con el ayer y el mañana: Todos los estándares están escritos para ser compatibles con los navegadores más antiguos, por lo que aunque el desarrollo se haga para los navegadores nuevos, el contenido se mostrará correctamente en cualquier versión anterior. Esto tiene la implicación de que a pesar de que se vayan desarrollando nuevas versiones de los navegadores, si la web se basa en estándares siempre se va a mostrar de forma correcta al usuario.

Visibilidad: Desde el punto de vista del SEO en los motores de búsqueda, cumplir con los estándares garantiza mejores resultados e incrementa la visibilidad de tu página.

Conversiones y migraciones: Las webs que siguen los estándares son más fácilmente convertibles en otros formatos, como en un documento Word, o en un PDF. Esto permite más versatilidad también a la hora de usar la información y migrar de forma simple a nuevos sistemas como televisores o tabletas.

Degradación progresiva: Es el término oficial para una web que cuando es visitada desde navegadores más antiguos y con menos características, aunque sea funcional, la experiencia de usuario y sus características  se aminoran. Respetar los estándares hace que la web pueda ser visualizada desde dispositivos con menos recursos ofreciendo una mejor experiencia al usuario.

Estándar también significa un criterio común:  
Los estándares web ofrecen una serie de reglas que cada desarrollador debería seguir, aprender y entender. Familiarizarse con esta guía y construir un sitio de acuerdo con los estándares permite que futuros programadores puedan coger el código y mantenerlo tan fácilmente como si ellos mismos lo hubieran creado.

Piénsatelo…

No ha sido hasta hace unos años cuando se ha tomado conciencia de lo que realmente significa la necesidad de seguir unos modelos, unos patrones comunes la hora de desarrollar.

No podemos saber cuál será la forma de navegar en el futuro, lo único que podemos predecir es que seguramente cambiará la manera de entender la web.

Cuando un usuario llegue a tu web y no sea legible, tarde en cargar, no sea funcional, no volverá a entrar en ella. Seguir estándares lleva a desarrollar webs orientadas a afrontar los cambios que se van a producir en el futuro.